Con la entrega del alma y del pecado
Quiere la tierra soñar junto a mi lado
Con la risa del monte y de los llanos
Con el brillo de su son encantado
Cautivan mi espíritu enamorado
Por la senda de mágicos arcanos
Goza mi carne su calor humano
Que en caricias desbordo con mis brazos
Que me ofrece su cuerpo terso y plano
Y me ata dulcemente con sus lazos
Parece una antítesis de los Campos de Castilla de Machado. Es maravilloso. Siento la tardanza, abuelo... Tengo todos los exámenes ahora.
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