Destroza un niño los colores de mi arco
Y yo sin saber qué hacer
Recojo uno a uno los girones de su mano
La dicha y el dolor me toman como lecho
Mi eco nace
Corta mi pie el aire de lo viejo
Las ruedas giran locas sin objeto
Pero el reloj que observa mi viaje
Escucha mi canto y mi lamento
La capa que me cubra
Robará también el fuego a los salones
Mas los pasos que hoy yo dejo
Serán acaso un día
La sonrisa de otros soles
¡Silencio
pues!
Clame
ahora mi latido rabioso y fuerteNazca mi eco
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ResponderEliminarMe encanta abuelo, pero ya lo sabes. A partir de ahora no seré tan benévolo!
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