Desde el otro lado

Me iré algún día
Como haremos todos
Camino de eso que llaman camposanto
Buscando la nada
Adonde vamos solos
Por los inseguros vericuetos del espacio.
Quisiera esperar que ante tus ojos
Mis versos
Ya marchitos del pasado
Resurjan nuevamente y de tal modo
Que sean la sonrisa alegre de tus pasos
Que recuerden de mi voz el tono
Y canten y se repitan en tus labios.
De no ser esto así
Será lo mismo que los unos y los otros
Disputen para siempre mis cenizas al arcano.
Entonces mis únicos triunfos sólo
Habrán sido por tanto y sin embargo
Los humildes y punzantes abrojos
Que coseché inútilmente entre mis manos.

                                Madrid   julio de 2012