sábado, 23 de junio de 2012

A mi hija María y a mi nieta Paula


I

                                               A mi hija María

Quisiera, hija mía, poder
Sumergirme en tu mundo de magia,
Y mirar con tus ojos sin polvo
Tu camino pobladito de hadas

Renacer en tu juego sin horas
Soñar tus ensueños de infancia
Desde el campo de luz y alegría
Donde yo de pequeño jugaba

Volverme contigo infantil
Arribar a la orilla encantada
Donde vive alegre el caracol
Entre el rudo son de la chicharra.

                                  Madrid     1980

                                    II
                                 A su hija Paula

Era, desde luego,
Como un gurriato cuando nació
Y ahora que tiene quince meses
Es bonita, dulce y serena.
Huele como el espliego
Y tiene unos mofletes
Que algún día
Aunque, a escondidas,
Le morderá
suavemente, si es que puede,
Éste, su abuelo.

                           Madrid   2012

2 comentarios:

  1. Papa!!!!!!!!que me da un ataque de alegria!!!!!!!me encantaaaaan las dos!!!!son preciosas!!!!gracias gracias gracias!!!!estoy emocionada!!!!muacssss!!!!

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  2. Es para estar orgullosa, María. Abuelo, sé que esto no es nada estético, ¡pero eres la leche!

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