Ya resuena el galope
De los caballos del atardecer.
Un horizonte de perros
Se dibuja en la difusa marisma
Mientras mi alma entristecida
Anhela tu amor ya imposible
Y mi corazón en llanto
Solloza contra el viento húmedo sin parar.
No hay remedio.
Ya no tendré tu sonrisa
Ni tus caricias alegrarán nunca más
Mis tristes noches.
Retumbe de cascos y ladridos
Martillearán mis días solitarios
En esta playa donde no pude ni supe
Conservarte para siempre junto a mí.
Abril de 2012
Estás en la playa? ME ALEGRA EL DÍA CUANDO ABRO EL CORREO Y VEO LA LUNA DEL POETA. UN BESO FUERTE PADRE.
ResponderEliminarEs gigantesco y crudo, y sobre todo tremendamente honesto. Es nuevo, ¿no? Creo que nunca lo había leído. Me encanta el uso de los animales como símil del sonido y la imagen de tu soledad en la tarde, y luego su vuelta en el final del poema contrastándolo con la llegada de la noche.
ResponderEliminarEres un genio.