lunes, 2 de abril de 2012


He subido la cuesta lentamente
Y al llegar al altozano
Jadeante aún
He mirado la senda estrecha recorrida
Tortuosa, zigzagueante y empinada
Como mi vida

Hago un descanso pequeño en el collado
La mañana está fresca y el aire límpido
Que siempre hay en las cuerdas
Oxigena mi alma
Y reconforta mi respirar entrecortado

Y pienso en ti
Con la serenidad que dan los años
Y al mirar la otra vertiente
Que se abre y ofrece amorosa a mi mirada
Desciendo al valle con la mente
Recorriendo la ribera muy despacio
Y besando tus labios y tu pelo
Acariciando tu cintura
Mirándome en tus ojos
Abrazándote con dulzura entre los chopos


                        Madrid    septiembre 2000

1 comentario:

  1. papa esta poesia me encanta. te veo subiendo la cuesta rodeado de naturaleza...muchos besos y sigue publicando, anda.

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