En la quimera de la vida
- Continuo deambular –
Hombres y mujeres
Con fugaces pasiones y deseos
Cruzan, cual gitanos lastimeros,
En polvorienta caravana
De ensueños y de enredos.
Cantan y sonríen
Plañen o sollozan
Pero tras la careta ajada y maltrecha
Con que el tiempo les tapó
Viven siempre en ruta
Nómadas de su propio sino
Junto a las ruedas pesadas y macizas
De su gimiente carreta.
Envuelto en mi sudario,
Cansado, enfermo y dolorido
Guardo celoso mi secreto
Y entre las pitas y chumberas
De mi camino desierto
Voy perdiendo los jirones
De mi vestido viejo.
Soy – por qué no decirlo –
Un añejo resto antiguo
De mi perdido destino.
A solas con mis pensamientos
Voy vagando introspectivo
Y en mis botas, compañeras de viaje,
Ya puede verse la ceniza de mis huesos.
No sé hacia donde voy
Pues no es el fin lo que ansío.
Sólo quiero continuar sin rumbo
Sin meta y terminar la jornada
Con mi mente tranquila
Y mi cuerpo rendido.
Y mientras tanto…
Pensar, sentirme cerca,
Navegar en los barcos de mil velas
Y quedar postrado ante la belleza.
Mas ya el descanso acabó
Y el camino espera.
Prosigo.
Jerez, 1962
Eres un genio. Este poema es digno de los grandes. Estoy realmente desconcertado de lo hermoso pero a la vez triste, preocupado pero a la vez indiferente que me resulta este poema.
ResponderEliminarY el final, y el título y la perspectiva que te deja del tiempo y la vida es de verdadero genio.
Me ha encantado abuelo!