En los albores del tiempo nuevo
Sentí los amores más esenciales
En un mundo de sueños etéreos
Como si tuvieran luces estelares
El conjunto de espacios terrenos
Una miríada de estrellas fugaces
Poblarían ya nuestro firmamento
Fue entonces la furia de los mares
La que rompió casi mi sentimiento
Transformando todo mi semblante
Sin redención contra mis derechos
En los paisajes de luna menguante
Aunque pude irme reconstruyendo
En pos de mágicos sones normales
Logrando paz en mis pensamientos
Madrid 19 de
mayo de 2021
Querido papá:
ResponderEliminarParece que esta puede ser tu última poesía y por tanto, mi último comentario.
Me dispongo a ir en escasos minutos a la cama donde descansas en el hospital, para despedirme de ti. Y la manera en que he decidido hacerlo es leyéndote los dos últimos comentarios que me quedaron pendientes. No pensarías que podía dejar de hacerlos, ¿verdad? Ya sabes que, aunque tarde, te he comentado todas tus poesías. Comentarios que esperabas con ganas e ilusión, y que, como me decías, te animaban para realizar la siguiente poesía. Así que aquí va, padre, este último comentario que te voy a leer al oido con cariño y amor, confiando en que la magia de la poesía haga que lo puedas escuchar.
Allá voy:
Me gusta mucho lo de los amores esenciales. Qué importante es eso. Tenerlos claros.
me encanta lo del conjunto de luces estelares de los espacios terrenos. Completo. Redondo. Me encaja. Ole.
Qué bonito las estrellas fugaces que poblarían nuestro firmamento. ¡Bello! ¡Como tú!
y qué potente y duro y tan tú la siguiente estrofa. Brutal. Veo esos mares rompiendo, sin redención, sin derechos, entregados a esa luna menguante. ¡Qué bárbara estrofa! impresionante. ¡Qué cosa padre!
y como calma la última estrofa, esa paz lograda en tus pensamientos es la mejor manera de marcharse.
Vuela papá, ¡vuela!
Nos vemos en el camino!
Te quiero