Vanidad de vanidades
Rodeado de problemas
Casi exhausto
Fue mi tiempo transcurriendo
Con ese ansia un tanto mórbida
De subir hasta el cenit
Sin descanso ni sosiego
Era el infantil anhelo
Inexperto y presuntuoso
De ya veréis cómo yo llego
Ahí arriba solo están
¡Esperándome!
Las nubes y el cielo
Hoy con muchos lustros encima
De vicisitudes pleno
Solo sé que de tu vida los sucesos
Contemplados con detenimiento
No son de tanta importancia
Y sí tienen mucho de esperpento
Madrid 18 de noviembre de 2020
La ilusión que hace crecer y ser mayor cuando eres pequeño, y lo relativo que es todo, que llega con la madurez. Sabias palabras estupendamente contadas pater.
ResponderEliminarPapá, la primera estrofa me parece colosal. Espectacular. Cuánto describes en solo 6 versos! Lo de subir hasta el cenit, qué bueno!!
ResponderEliminary la segunda estrofa, qué bárbara, por no hablar de la tercera. Me ha encantado papá. de verdad. Creo que de las que más más me ha gustado últimamente.
y me encanta esa templanza que respiras y contagias, ese saber que las cosas, vistas con perspectiva y madurez, no son tan terribles.
Un abrazo enorme papá. ¡Qué arte tienes!
¡Corre a por otra que estás en racha!!!