martes, 17 de noviembre de 2020

 


A mis nietas Marina e Irene


Mi hija Concha, vuestra madre

Tenía gran facilidad para los idiomas

Cuando Berlín se puso de moda

La subvencioné su estancia allí un mes

Para perfeccionar su alemán

Y bastante más tarde consiguió

Dar clases de español en un colegio

En la Selva Negra creo

 

Dejasteis aquel paraíso forestal

Porque en el pueblecito donde vivíais

Solo había personas de edad

Y preferisteis volver a España

 

Francés e inglés también los dominaba

Podemos asegurar que en la familia

Era, entre otras muchas cosas

La mejor políglota

 

     Madrid 17 de noviembre de 2020


3 comentarios:

  1. Soy Marina , que bonito abuelo, me ha encantado. Te quiero muchísimo.

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  2. Papá, que bien que dediques a tus nietas otra poesía. ¡Cómo me alegro!

    Si que es verdad que Conchi hablaba más idiomas que nadie de la familia. Cuánto la extraño papá. A veces, sueño con reencontrarme con ella algún día y compartir cosas con ella de sus hijas. Pequeñas anécdotas, vivencias minúsculas, sentimientos casi invisibles que solo ella - por ser su madre - y yo - por vivirlas tanto ahora - podremos entender de manera cómplice.

    Ojalá llegue algún día ese momento en esta vida o en otra.

    Muchos besos

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    Respuestas
    1. María no me importa que pienses en poder compartir con Concha cosas de sus hijas. Pero yo no puedo opinar que exista después de morirnos otra vida posterior. De ahí
      vienen los nefastos problemas que ocasionan las religiones y sus seguidores. La reencarnación tan difícil de creer como las demás parece la más inocua.
      Todo me parece soberbia de los humanos de vivir otra vida. ¿Por qué no un paraíso de hormigas o lombrices?
      Vanidad de vanidades. Un beso

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