Dando vueltas
Una pesadilla redonda circular
Casi siempre paralela
Me persigue como las olas del mar
Que rompen en la arena
He de buscar
Un método para calmar
Esta sed que me acecha
Para frenar en las noches los sueños
Sin pausa ni azar
Que me empujan como si fueran ciertos
Hasta el fútil desconsuelo
Hoy sí veo
Lo torpe que fui, lo inútil e inexperto
Creo que entonces
No tenía suficiente conocimiento
Miramar 1 de
septiembre de 2020
La edad da ese conocimiento y la capacidad de análisis de lo pretérito. Las pesadillas son solo eso, mecanismos de limpieza del cerebro para liberarse durante el sueño de los males que tenemos dentro.
ResponderEliminarYo por suerte, -aunque duermo muy poco- casi nunca tengo pesadillas, o al menos, no recuerdo haberlas tenido al despertar.
Besos desde el sur
Prueba
ResponderEliminarEstaba probando desde el móvil y ahora ya puedo! Bien!
EliminarPapá me ENCANTA el comienzo: la pesadilla redonda, paralela que te persigue. Qué gráfica! Qué real!
ResponderEliminarMe ha encantado. ¡Pero muchísimo! ¡Qué terribles son las pesadillas! Lo describes de maravilla, ese no poder escapar, ese estar atrapado. Bravo papá. Me encanta que de un tema cualquiera, como en este caso las pesadillas, seas capaz de ilustrarlo tan bien. Eres un artista.
Ganas de leer la próxima.
Me gustaría que me explicaras lo de “casi siempre paralela”
ResponderEliminarY quiero que me cuentes eso del final, lo que ahora sí ves que antes no veías cuando no tenías conocimiento. ¿Que es lo que ves ahora?
ResponderEliminarAhora sí sé lo que tendría que haber hecho y no supe.
EliminarEs una historia muy antigua.
Quizá algún día de palabra, aunque yo creo que el tren hace tiempo que se marchó y ya no merece más que sentarse y mirar adelante.
Tres besos
P.S. Lo de "paralela" es lo contrario de redonda y de circular. Para completar la pesadilla.