Las luciérnagas
De muchacho, con mi amigo Juan
Mirábamos asombrosas luciérnagas
Que él sabía dónde podía encontrar.
Me parecía misterioso
¡Casi imposible!
Ver aquellos pequeños bichos con luz
Y que él conociera tantas cosas
Del campo donde vivía.
Yo, paleto de ciudad, le envidiaba.
Un día me preguntó qué hacíamos
En Madrid con las chicas.
Cuando le respondí que las llevábamos
A pasear, a bailar o al cine.
Me dijo:
Pero entonces
¿Nunca os peleáis en un prado o algo así?
Ellas disimulan pero se dejan
Porque también las gusta.
Y el misterio de las luciérnagas
Palideció para mí.
Miramar 7 de
julio de 2020
Papá, por fin vuelvo a leer la última poesía, ahora en el ordenador, y me gusta todavía más. Me gusta que hayas innovado con un estilo diferente o rescatado (del cuento de Pepito), y que te atrevas a hacer esos giros al final. Como comentábamos el otro día, lo de "paleto de ciudad" es muy ingenioso, muy gráfico, muy real. Yo también soy una paleta de ciudad ;)
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia lo de pelearse en el prado, qué bueno.
Me da curiosidad saber si la próxima poesía será con este nuevo estilo o continuarás con el tradicional. Ganas ya de leerla. Estos días estoy ya con el ordenador, así que no habrá problemas en comentarlas.
Te quiero mucho, mi poeta favorito.
Por cierto, este amigo Juan ¿de dónde era?
Juan solo es producto de mi imaginación como Pepito.
ResponderEliminarUn beso y medio
Qué gusto leer ésta. La podría releer una y mil veces. Qué bien refleja las diferencias entre unos y otros.
ResponderEliminarDos besos y más
Cómo me gusta tu comentario.
EliminarLeyéndolo me merecen todos mis esfuerzos para conseguir
dignos poemas.
Un beso y medio, hijo mío