Encelado por mis muy amados versos
Sobrevivo así de continuo enamorado
Con la busca de la rosa de los vientos
Sobre esa luna llena de color cinabrio.
Vivir sin amor yo no puedo entenderlo
Sin estos rincones totalmente mágicos
Que entretejen pasiones y sentimiento
Trocando presentes cual en un topacio
Las iridiscencias siderales del universo.
Entrando en cada mente, como el rayo,
En ese mismo instante del primer beso
Encendiendo la luz de estar enamorado
Al fundirse en uno el amor y los deseos
Para hallar lo que buscabas sonámbulo.
Madrid 29 de
diciembre de 2019
Papá, reconozco que yo no soy objetiva porque siempre que leo tus versos lo hago desde el cariño, el amor de hija y el respeto a tu trabajo como poeta. Pero he de decirte que me ha encantado. Qué elegancia al escribir tienes. Yo tampoco podría vivir sin amor, papi. Me gusta muchísimo el contenido, la relación con tus versos, los rincones mágicos... si es que eres un gran poeta!
ResponderEliminarNo me tengas en cuenta por favor lo que tardo en comentarlos, no lo quiero hacer rápido y sin sentido, sino de manera pausada y con calidad, por eso me cuesta más encontrar el momento con esta vida híbrida de madre profesional.
Gracias por tu paciencia. TE quiero.
Yo también necesito ese amor y me encanta que lo hayas asociado al cinabrio... un beso pater. Y ahora que tienes todos tus poemas comentados, ponte a ello porque... ¡¡queremos más!!!
ResponderEliminarYa he leído lo de Ortega. Efectivamente me ha ENCANTADO.
ResponderEliminarTotalmente relacionado con mi filosofía de la vida Papá. Me recuerda a una frase que me gusta mucho de Mark Twain que dice: “Los dos días más importantes de tu vida es el día en que naces y el día en que descubres por qué.”
Te copio las frases de Ortega que más me han resonado:
Esta es su circunstancia. Su aquí y ahora. ¿Qué hará? Porque algo, sin remedio, tiene que hacer […], pues esta vida que nos es dada, no nos es dada hecha, sino que cada uno de nosotros tiene que hacérsela, cada cual la suya. Esa vida que nos es dada nos es dada vacía y el hombre tiene que írsela llenando, ocupándola. […]
mas no le es, de antemano, y de una vez para siempre, presente lo que tiene que hacer. Porque lo más extraño y azorante de esa circunstancia o mundo en que tenemos que vivir consiste en que nos presenta siempre […] una variedad de posibilidades para nuestra acción, variedad ante la cual no tenemos más remedio que elegir y, por lo tanto, ejercitar nuestra libertad, […] cruelmente entregados a nuestra iniciativa e inspiración; por tanto, a nuestra responsabilidad. Dentro de un rato, cuando salgan a la calle, se verán obligados a decidir qué dirección tomarán, qué ruta. Y si esto acontece en esta trivial ocasión, mucho más pasa en esos momentos decisivos de la vida en que lo que hay que elegir es nada menos, por ejemplo, que una profesión, una carrera
el hombre la única realidad, la cual no consiste simplemente en ser sino que tiene que elegir su propio ser.
De donde resulta que lo que me es dado cuando me es dada la vida es quehacer. La vida, bien lo sabemos todos, la vida da mucho que hacer. Y lo más grave es conseguir que el hacer elegido encada caso sea no uno cualquiera, sino lo que hay que hacer –aquí y ahora–, que sea nuestra verdadera vocación, nuestro auténtico quehacer.
La vida es intransferible y que cada cual tiene que vivirse la suya; que nadie puede sustituirle en la faena de vivir, […] que ningún otro puede elegir ni decidir por delegación suya lo que va a ser; que nadie puede reemplazarle ni subrogarse a él en sentir y querer; en fin, que no puede encargar al prójimo de pensar en lugar suyo los pensamientos que necesita pensar para orientarse en el mundo […] y así acertar con su conducta;
....
No se si conoces un libro que se llama "El hombre en busca de sentido" de Victor Frankl. Si no lo has leído te lo puedo dejar porque te va a gustar. También habla de la libertad de elegir del ser humano. Creo que te gustaría.
Si se te ocurren más cosas que me puedan gustar como ésta de Ortega, ya sabes. Feliz de leerlo.
¡Tienes tarea!