El poeta descubre la armonía y belleza
De lugares espirituales y efímeros
Inundados de magnolias y azucenas
Como el conjunto de todos los sueños
Con esa sencilla e inconsútil esencia
Que en mágicos y maravillosos cuentos
Oímos en la lejana infancia de cualquiera
Poblada por el gran embrujo del misterio
De esas noches antiguas, sempiternas
Que producen los bellos pensamientos
En un mundo que fluye de la conciencia
A lo más hondo de nuestros sentimientos
Madrid
11 de diciembre de 2018
Solo ver esos bellos pensamientos que fluyen da alegría a quien lo lee. Muy bonito y profundo padre, y como siempre me encantan tus "sempiternas e inconsútiles" palabras
ResponderEliminarprueba de maría
ResponderEliminarPor fin puedo publicarte comentarios!!! sí, sí, sí!!!!
ResponderEliminarEsta poesía me gusta porque hablas de armonía y belleza, dos conceptos que yo adoro y necesito en mi vida. Contemplar cosas bellas debería ser obligatorio, como escuchar música y pasear entre árboles. Y luego hablas de lugares espirituales, que también me gusta, porque creo que las personas somos espirituales, más allá de si somos religiosos o no. La espiritualidad como el sentido de trascendencia, de encontrarle un sentido a nuestro paso por la vida. ¡Bravo Pater!