Un vago misterio
De sutiles e imprecisas fragancias
Los aromas me ungen con dulzura
Y tu recuerdo
Se mezcla en mis sentidos
Rodeándome tu olor y el del cantueso
Camino sumergido
En el embrujo de la hora
En la que despunta el alba
Y mis pensamientos vuelan a tu lado
Añorando tu presencia real
Entre mis brazos
Para fundirnos en el mágico amor rosado
De este amanecer continuamente eterno
Me recuesto en el viejo olmo del sendero
Donde los dos juntos
Tanto hemos soñado
Cierro los ojos un instante
Y me parece
Que estoy durmiendo en tu regazo
Madrid, junio de 2000
Muy de tu estilo. Tiene mucho mérito forjarse una identidad a base de crear una manera de escribir. Es quizá lo más difícil y se nota en cada poema tuyo como en este.
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