La caracola
Tumbado en la arena de la playa
Una noche de plenilunio
Oía el romper acompasado de las olas
Que relajaba mi mente
Produciendo en mis sienes
Como algo parecido a la felicidad
Por el continuo retumbar en la orilla
Y el olor de los eternos efluvios marinos
Siempre iguales y tan mágicos
Ya en casa, en mi cama
Oyendo el sonido de mi caracola
Con la misma sensación de mar
Tan misterioso y tan sereno
Quedé dormido profundamente
Madrid 17 de
marzo de 2021
Qué bonito es escuchar el mar, ya sea en directo aquí en Málaga o en una caracola. Pocos sonidos de fondo son más placenteros
ResponderEliminarPrecioso. A mi también me relaja el sonido del mar. Te quiero. Muchos besos
ResponderEliminarBienvenida a los comentarios de mi web.
EliminarMuchos besos
Papá aquí estoy!!
ResponderEliminarQué alegría leer a tu sobrina Inma comentándote. De aquí al Nobel de literatura solo hay un paso! :)
He vuelto a releer el último poema y me ha encantado. Te he visualizado tumbado en la arena, de noche, escuchando ese romper de las olas acompasado, sereno, feliz. Y al imaginarte a ti me he transportado yo, a esa misma playa y a esa misma arena, a tu lado, estando, sin más ambición, escuchando juntos esas olas y ese mar.
Y qué bonito el guiño a la caracola. Es verdad que son un misterio. ¿Será que de verdad oímos el mar o será que lo imaginamos? sea como fuere, es bonito el misterio de las caracolas.
Te quiero mucho papi.
Anda, regálanos otra poesía pronto.
Muchos besos