domingo, 6 de diciembre de 2020

 

           Fue ese atardecer

 

En aquella hermosa puesta de sol

Con nuestras manos entrelazadas

Cuánto palpitaba nuestro corazón

Tu cabeza en mi hombro reclinada

 

No hablábamos palabra ni tú ni yo

Para no perder del momento nada

La naturaleza en todo su esplendor

Fundiendo las mentes enamoradas

 

Nos parecía que nuestro alrededor

Como con sutil aroma de albahaca

Por el etéreo aleteo de un ruiseñor

Al cielo eternamente se trasladaba

Envolviéndonos en el mágico amor

Entre polícromas burbujas de plata

 

Madrid 6 de diciembre de 2020

2 comentarios:

  1. No se como se me pasó esta preciosa descripción de aquel momento maravilloso. Que bien captado.

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  2. Papá, ¡aquí estoy! ¡he vuelto!

    Bueno, comienzo comentando ésta: ¡P-R-E-C-I-O-S-A!

    Me encanta como describes ese instante, ese momento sin palabras de los enamorados, simplemente estando, simplemente contemplando. Precioso, sencillo, visual, me he teletransportado yo misma a ese lugar.

    Me ha gustado muchísimo lo de que no hablaban para no perder del momento nada. Me ha gustado que pongas "nada" al final de ese verso. Qué delicado.

    Y la última estrofa, qué bonita. Me ha gustado lo de trasladar el alrededor hasta el cielo.

    Eres un artista padre!!

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