Las luciérnagas
De muchacho, con mi amigo Juan
Mirábamos asombrosas luciérnagas
Que él sabía dónde podía encontrar.
Me parecía misterioso
¡Casi imposible!
Ver aquellos pequeños bichos con luz
Y que él conociera tantas cosas
Del campo donde vivía.
Yo, paleto de ciudad, le envidiaba.
Un día me preguntó qué hacíamos
En Madrid con las chicas.
Cuando le respondí que las llevábamos
A pasear, a bailar o al cine.
Me dijo:
Pero entonces
¿Nunca os peleáis en un prado o algo así?
Ellas disimulan pero se dejan
Porque también las gusta.
Y el misterio de las luciérnagas
Palideció para mí.
Miramar 7 de
julio de 2020