Por la avenida de mi pensamiento
Vuelan azuladas tórtolas inquietas
En busca de ambiciones pretéritas
Misterios del corazón y mi cerebro
Entre aquel tan tierno sentimiento
Que en mi niñez ansiaba tan cerca
Oír ese bello cuento que mi abuela
Contaba siempre sobre este genio
En un bosque obscuro y muy bello
Do vivía ese buen sabio anacoreta
Retirado del mundo, de sus fiestas
Sobre ese árbol grande corpulento
Pleno de líquenes muy amarillento
En unas ramas todas muy gruesas
Que mi imaginación sentía violetas
Dormido casi, ya muy somnoliento.
Miramar 19 de
julio de 2020
Qué bella papá, qué bonita y limpia. Me ha encantado visualizar como una avenida el pensamiento, lo de los misterios del corazón y del cerebro y lo de las ramas que tu imaginación pintaba violetas.
ResponderEliminarQué artista eres papá, cada día te superas. Me encanta todo lo que escribes. Te quiero
La he encontrado complicada de leer, sin saber donde empieza o termina cada frase, pero al hacerlo con detenimiento, ha cobrado más sentido.
ResponderEliminarSiempre es bonito escuchar esos cuentos, en la frontera de la vigilia y el sueño...