Recuerdos
Reclinado en las haldas de tu vestido
Soñaba en aquellas fugaces estrellas
Que esa noche de San Lorenzo vimos
Pedro, tú y yo tumbados en la azotea
Para ver los cielos, algo sobrecogidos,
Como si quisiéramos subir y cogerlas
Teniendo perdido ya nosotros el juicio
De la espléndida y oscura luna nueva
El firmamento trocábase en casi lírico
Cada vez que aparecía alguna estrella
Las almas amaban el mar y su sonido
Continuo romper de la ola en la arena
Los corazones latiendo al mismo ritmo
De la ciencia, de la hierba, de la tierra
Que las fuerzas del amor y del destino
Hacían un universo de singular belleza
Madrid
18 de junio de 2020
Y en aquellos instantes, no importaba nada más. Qué bueno papá, que bien cuentas las sensaciones
ResponderEliminarPapá qué maravilla de poema. Me ha encantado. Me ha gustado mucho lo de "querer subir y cogerlas" y lo de los corazones de "de la ciencia, de la hierba, de la tierra". Qué ritmo tan bonito, tan ágil, tan precioso.
ResponderEliminarComo dice Paco, qué bien cuentas esos instantes, los capturas como si tuvieras con tus versos una máquina de fotos. Me ha gustado muchísimo. Bravo