Por los
resquicios
Del tortuoso laberinto de mis ideas
Me irrumpen como
relámpagos
Ansias de
juventud Tan imposibles y desesperadas
Que sólo logran
que mi mente
Calenturienta y
desnortada
Se embadurne de más
soledad
Y de esta mi vejez
nunca resignada
Me duelen los
recuerdos
De una vida cuajada
de derrotas
Me atormenta la raíz
morbosa
De esas penas y
dolores
Que rodearon siempre
Permanentemente
Mis escuálidas
victorias
Y sin embargo...
No puedo negar que también existen
Días de
paz y de consuelo
Por el cariño de mi querida gente
Mas del que no me sé saciar Por el cariño de mi querida gente
Porque me encuentro hambriento
Madrid octubre de 2013
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