martes, 15 de octubre de 2013

Vejez no resignada


Por los resquicios
Del tortuoso laberinto de mis ideas

Me irrumpen como relámpagos
Ansias de juventud

Tan imposibles  y desesperadas

Que sólo logran que mi mente
Calenturienta y desnortada

Se embadurne de más soledad
Y de esta mi vejez nunca resignada


Me duelen los recuerdos
De una vida cuajada de derrotas

Me atormenta la raíz morbosa
De esas penas y dolores

Que rodearon siempre
Permanentemente

Mis escuálidas victorias
 

Y sin embargo...
No puedo negar que también existen
Días de paz y de consuelo

Por el cariño de mi querida gente 
Mas del que no me sé saciar

Porque me encuentro hambriento

 

                           Madrid  octubre de 2013

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