Una vez
En estos ya anacrónicos
días de mi existencia
Soñé como canta el
poeta
Que volvían ¡bendita ilusión!
Que volvían ¡bendita ilusión!
Aquellos rayos de luz
Anteriores al tesoro de mi dorada juventud
Despertaba
Pero el sueño
seguía
Y mis horas
confusas, surrealistas
Ante tamaña,
imposible e irreal evidencia
Navegaban pletóricas
Como resucitadas
En el niño que
hace tantos años fui
La fantasía de mi
mente hoy ha perdido
Estas flores
utópicas sin estridencia
Pero un regusto
salobre
Pleno de
melancolía
Acompaña mis
noches en busca de ese sueño
Que quisiera repitiese
para siempre
El azar de mi
cerebro
Madrid septiembre de 2013